El 14 de septiembre, el piloto de derrota Alexander Weir, uno de los compañeros de Cook en el Grenville, trabajando en cubierta es atrapado por la soga del ancla que lo arrastra al mar donde falleció ahogado. Cook repuso el tripulante perdido mediante leva forzosa de John Thurman, marinero de una balandra de Nueva York atracada en Funchal, que es enrolado como marinero de primera. También tiene lugar la primera indisciplina entre la tripulación que merece ser sancionada con castigo corporal: el marinero Henry Stephens y el infante de marina Thomas Dunster son castigados con 12 latigazos cada uno por rechazar y no comer la ración de carne fresca de buey que se les había asignado.