La mujer la llevaba cerrada por delante, con largo hasta el suelo y, en ocasiones, con cola; tenía igualmente las mangas anchas y los pliegues se sujetaban bajo el pecho en un talle alto. Es por esa simple razón que, se retomaron las indumentarios con cuello tipo polo y abierto hasta el esternón, sostenidos por cordones. Mientras que, en lo que respecta a las mangas, el principal cambio que se añadió, es que a diferencia de la segunda equipación (1910), en esta las mangas vienen más ajustadas al cuerpo y con mejores acabados.