Poco a poco fueron surgiendo diseñadores de talento, como Dalila Puzzovio, Mary Tapia, Fridl Loos y Medora Manero, quienes renovaron la moda argentina y la acercaron a la primera línea internacional. Curioso fue el caso de Ramón Gabilondo, que ejerció como médico en ambos bandos. Según los testimonios más antiguos, en verano el hombre iba prácticamente desnudo, mientras que en invierno llevaba una falda de vedija, elaborada con piel de oveja, y se cubría con un sobretodo de pelleja.